Te besaré largamente
mis animales sueltos en el interior de tus sentidos
amándote en tus entrañas
como esquirlas de luz
Te besaré
atravesaré tu cielo
me internaré en tus ramas
circularé en tus líquidos
surgiré de la yema de la corteza de tu tronco
me alimentaré de tu jardín
Tu voz en las colinas
y los campos inmensos
como tú los pensaste
tus animales sueltos en el interior de mis sentidos
amándome en mis entrañas
como certeza
como fruto como señal de territorio
Tu voz en las colinas
y los campos inmensos
bajo este cielo púrpura
esta delicia o cauce a mitad de la lluvia
a mitad del océano
porque tu árbol enraiza
en medio de mi vientre
y esta tierra te vive
en el principio y fin
*****
Esa voz
es el canto que bebes
como pez sumergido
hasta el fruto
que brilla
más profundo que el mar
*****
De tu ausencia despegaban las aves
con una lentitud que lastimaba
Amor de peces
como una red
como una trampa
me asía
a sus lejanos templos
Más hondo
la lluvia llameaba
Bajo el sello candente
entre el aura y el cerco
el paraíso
*****
Aguas del sueño la corriente
y el esposo que vuelve
La fiesta por la que pasamos
la guerra el desperdicio
la niña que fuiste y es su hija
la fiesta su esposa tu marido
y el esposo que vuelve
La hermosa ha quedado viuda
y el esposo regresa entre muros de ausencia
En las aguas del sueño sólo hay viento
y tu voz que me entrega
*****
Se abre
te precipita
Lenguas de fuego
bañan la tierra
Y yo
siempre
en su boca hambrienta
(M. M. Villarreal. Herida luminosa. 2a ed. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2009)