Juan Calzadilla

Ciudadano

Después de todo, no me resulta extraño —a mí que
recorro a diario la ciudad— el hecho de que, a
veces, a la vuelta de una esquina me tropiece
conmigo mismo.
Verifico el frente y el perfil de este nuevo
personaje y en todo me resulta correctamente análogo,
incluso en su manera de mentir
y en las señas que me hace como queriéndome hablar.

Círculo vicioso

En gran medida lo que uno hace tiene por finalidad
justificar que está obligado a justificar el hecho
de que tiene que sobrevivir. Pero que tenga que
sobrevivir no justifica que esté obligado a
justificar el hecho de que lo que hace
sea sólo para sobrevivir, etcétera.

¿Cuántas palabras habré yo dejado de decir?

Cuántas palabras habré yo dejado de decir
por ignorancia o temor. Cuántas por no haber
tenido paciencia para armarlas. Cuántas
por no haber aún entrado yo en uso de razón.
Cuántas por haberme jugado una mala pasada.
Cuántas por subestimar el orden de mis necesidades verbales.
Cuántas simplemente a causa de su estado larvario.
Palabras que no daban la cara por nadie.

Palabras que apestaban como la tifus de los inválidos
Palabras por las que yo no hubiera apostado
ni un solo centavo. Palabras que dejé yo de decir
por no mencionar la hecatombe
a la hora de cantarles a los pájaros.

Camino de hormigas

Humboldt asienta que los insectos fosforescentes
(llamados cocuyos) copian sobre la tierra
el espectáculo del cielo estrellado.
Igual podría decirse de los caminos de hormigas.
Pero las hormigas sólo copian la forma
atolondrada en que los individuos andan
en las ciudades.
De alguna manera, a semejanza de éstos,
las hormigas trazan siempre el mismo
camino, aunque pujen por abandonarlo y
hasta simulen, como los hombres,
que por un momento lo dejan.

Estrategia

Al fin y al cabo
todo plan que en vida uno se trace
se reduce a una estrategia para sobrevivir.
En cuyo caso la estrategia montada tiene
como fin ponerse en buenos términos
con un deseable
y seguramente efímero porvenir.

Hay también los que trazan
estrategias con su pasado
dando como un hecho que éste
no volverá a ocurrir y que no
se está dispuesto a pactar
con la muerte a menos que sea
por una causa ejemplar
o por un accidente que no entraba
en los cálculos.

Aparte de que en todos los casos citados,
se comience o no a partir de cero,
lo difícil es que se cumpla el plan.

(J. Calzadilla. Formas en fuga. Antología poética. Selec., pról., cronología, nota y bibliografía Arturo Gutiérrez Plaza. Ed. revisada y autorizada Juan Calzadilla. Caracas, Venezuela: Fundación Biblioteca Ayacucho, 2010)