Lew Welch

Notas de un pionero en una brizna en el espacio

Pocas cosas de las que aquí crecen nos envenenan.
La mayor parte de los animales son pequeños.
Los suficientemente grandes para matarnos lo hacen de forma
fácil de comprender, de la que es fácil defenderse.
El aire, aquí, es exactamente lo que la sangre necesita.
No utilizamos cascos o trajes especiales.

La Estrella, aquí, no te quema si te
quedas fuera tanto como debieses.
El peor de nuestros inviernos es soportable.
El agua, tanto salada como dulce, está en todas partes.
Las cosas que viven en él son fáciles de recoger.
La mayoría te las puedes comer crudas con tranquilidad y placer.

Ayer mi mujer y yo nos trajimos
conchas, maderas, piedras y otras curiosidades
encontradas en la playa de un inmenso
Mar de Agua Dulce cercano.
Se entusiasmó con una delgada piedra blanca que:
“cabe perfectamente en la mano!”

No pude compartir su sorpresa;
aquí, casi todo lo hace.

                              *****

Aparentemente las avispas
trabajan todo su único verano en el nido
para que las nuevas avispas trabajen
todo su único verano en el nido.
etcétera.

Todas mis lagartijas perdieron sus colas apareándose.
Seis serpientes verdes se comieron todas mis ranas.
Las mariposas hacen cosas muy extrañas con sus lenguas.

Parece que no hay forma de escapar.
Planté y he regado nueve plantas de tomate.
Cambié mis escalones podridos por un
limpio bloque de Abeto.

Doce nuevos poemas en menos de una semana!

                              *****

Siempre que escribo un nuevo poema
los antiguos parecen galimatías.
Cómo podrían tener sentido alguna vez en un libro?

Déjalos decir:
“Parece que ha vivido en las montañas.
Viajó de cuando en cuando.
Cuando aparecía en las ciudades
estaba casi siempre borracho.

La mayor parte de sus poemas se han perdido.
Muchos de los que tenemos los encontramos en
cartas a sus amigos.

Tenía una gran cantidad de amigos.”

                              *****

Me vi,
un círculo de hueso
en el claro arroyo
de todo

y prometí
estar siempre abierto a todo
que todo
pueda fluir a través

y entonces escuché
“círculo de hueso” donde
el círculo es

la boca de una campana

Confusión básica

Los que no pueden encontrar nada por lo que vivir,
siempre inventan algo por lo que morir.

Luego quieren que el resto de nosotros
también muera por ello.

Estos, y un ejército de élite de miles de hombres,
que no le hacen a nadie ningún bien, pero hacen
mucho daño a algunos,
siempre han recabado grandes sumas de todos.

Finalmente toda esa maquinaria
trata de matarnos,

porque tampoco moriremos por ella.

(L. Welch. Círculo de hueso. Selección de poemas, 1950-1971. Trad., selec. y pról. Benito del Pliego & Andrés Fisher. Madrid: Varasek Ediciones, 2013)