Como tener un estropajo
en vez de lengua,
como sentir metal entre los dientes,
como querer gritar y tener
una cuerda que corta la garganta.
Hay sentimientos que se quedan atorados
como las burbujas que agito
de un refresco:
presión en movimiento
sin escape.
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No saber sobre la propia muerte
alimenta el ansia de la espera.
Es una herida punzante,
es la punta de un tallo que vencido
se aproxima
a la tierra.
¡Ay multitud de mí
con la nostalgia en todo el cuerpo!
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Caras nuevas
corazones viejos,
desechados,
flácidos,
sosos,
falsos,
vanos;
hacia allá
tus pasos decididos,
hacia todo aquello
que es la nada.
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Cuando la imagen
desaparezca de mis ojos
tejeré la silueta
de tu cuerpo
con hilos arrancados
a tu sombra
*****
El sol es distinto
en soledad:
toca la piel, la besa
sin besarla; se siente
apenas como el vaho
de un suspiro.
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Cuando me miro al espejo
y me doy cuenta
que soy la misma de todos los días
me maquillo
en cuerpo y alma.
(M. Favila. La frente de las cosas. Poesía reunida 1988-2008. Pról. Antonio Deltoro. Santiago de Queretaro, México: Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, 2008)